Resumen:
Algunos ecosistemas de América Latina se encuentran entre los puntos calientes de conservación, debido a su elevada diversidad biológica, presencia de endemismos, y por las amenazas que se ciernen sobre ellos. Para proponer acciones de conservación adecuadas, es necesario abordar la problemática desde distintas escalas espaciales, y desde la consideración de especies de amplia distribución geográfica que presentan problemas de extinción, como el jaguar (Panthera onca). Debido a que es una especie monotípica �es decir, no se le reconocen subespecies-, su conservación requiere de la conectividad de sus poblaciones. En este sentido Oaxaca, al sur de México, es una región clave para unir las poblaciones de norte y sur de México. En este estudio se analizó la distribución, disponibilidad de hábitat y abundancia del jaguar y sus presas, desde tres escalas espaciales: 1) En la primera aproximación (escala global) se modelo el nicho ecológico existente, con el software MaxEnt utilizando 570 registros de un total de 1,486 obtenidos a lo largo de su distribución y 19 variables bioclimáticas. Se utilizaron seis diferentes conjuntos de datos para evaluar la transferibilidad del modelo con el Area Under the Curve (AUC) típica y parcial. 2) En una escala regional, se obtuvieron las frecuencias de los registros de jaguar en Oaxaca sobre variables que determinan la presencia de la especie; con ello se elaboró un mapa de idoneidad de hábitat en Oaxaca, el cual fue reclasificado y se identificaron las áreas con una superficie mayor a 100 km2. 3) A escala local, se implementó un protocolo de muestreo con cámaras-trampa y se recorrieron transectos para la búsqueda de rastros en bosque mesófilo de montaña en la Sierra de Villa Alta, Sierra Madre de Oaxaca, con el fin de estimar la abundancia y densidad del jaguar y la diversidad de presas en dos temporadas (seca y lluviosa); la abundancia de jaguares se estimó con modelos de captura-recaptura, con el software Capture; y la estimación de la densidad se obtuvo con el cálculo del área efectiva de muestreo. Globalmente se encontró que la proyección geográfica del mejor modelo (AUC 0.808 y relación AUC parcial de 1.616) predice áreas desde el suroeste de Estados Unidos de América hasta el centro de Argentina, y omite zonas en el altiplano mexicano, tierras altas de Venezuela, la cordillera de los Andes, la planicie costera de Perú, Chile y la cuenca baja del Amazonas. En una escala regional, se determinó que en Oaxaca existen 15 áreas con una superficie mayor a 100 km2, con condiciones de alta idoneidad de hábitat, de las cuales las más grandes son la región de Los Chimalapas (4,952 km2) y la Sierra Juárez-Mixe (10,070 km2). En la escala local se obtuvieron seis fotografías de dos individuos de jaguar, que arrojó una abundancia relativa de 0.164. La densidad estimada fue de 1.29 individuos por 100 km2. En cuanto a las presas, se registraron 21 especies, de las cuales la que presentó mayor abundancia relativa con cámaras-trampa correspondió al tapir centroamericano (Tapirus bairdii; 1.04) y venado temazate (Mazama americana; 0.73); en los transectos fueron el tapir centroamericano (0.13) y la pava (Penelope purpurascens; 0.06). La proyección geográfica del modelo de nicho ecológico coincide con mapas de distribución elaborados por expertos, pero no soporta la propuesta del altiplano de México como corredor entre las poblaciones de la Sierra Madre Occidental y Oriental. Prácticamente todo el territorio de Oaxaca presenta condiciones climáticas que favorecerían la presencia de jaguar, sin embargo, actualmente el hábitat idóneo de la especie se concentra en dos grandes áreas, las cuales en conjunto podrían albergar cerca de 125 jaguares, con base en la densidad estimada de 1.2 individuos/100 km2. Finalmente, el análisis multi-escala de la situación de cualquier especie puede contribuir con la base para la elaboración de propuestas de políticas de conservación y manejo acordes a sus requerimientos.