Resumen:
La milpa tradicional es comúnmente practicada en las zonas montañosas de Mesoamérica. Este sistema de cultivo milenario depende de los barbechos que se desarrollan tras el cultivo de la milpa para recuperar la fertilidad del suelo. En estos sitios, la dinámica de la vegetación que se establece en los terrenos posteriores a la milpa es poco conocida. Se estudió esta dinámica en terrenos originalmente ocupados por bosques templado-húmedos de la región de la Mixteca Baja Oaxaqueña que no se han explorado. Se muestrearon las plantas vasculares terrestres en barbechos jóvenes, intermedios y maduros, que van de los ?20 a los 100 años después del cultivo de milpa, de tres cuencas que difieren en su grado de humedad. Además, se tomaron imágenes con drones para detectar tendencias en la estructura vertical y horizontal de dichos barbechos. Se registraron 236 especies que pertenecen a 157 géneros y 80 familias y 61 morfoespecies. La diversidad beta es muy alta: las cuencas únicamente comparten 20 especies. Las plantas no leñosas, los arbustos y los árboles fueron las formas de vida con mayor número de especies en estos bosques en ese orden. Los barbechos jóvenes están dominados por especies tolerantes a la luz que se establecieron de manera asincrónica, posiblemente por condiciones ambientales limitantes. En esta etapa los bosques alcanzan su punto máximo de saturación, en densidad arbórea, cobertura del dosel y diámetro del tronco a la altura de pecho (DAP) y mostraron pocos cambios después. En las etapas siguientes, los principales cambios ocurren en composición y en diversidad de especies. Estos cambios parecen asociados con la humedad y la incidencia de luz a nivel del piso del bosque. La dominancia de especies tiende a disminuir con la edad del bosque. El reemplazo de especies entre barbechos jóvenes y maduros es casi completo. Por ende, la similitud florística entre cuencas y entre etapas sucesionales es baja, esto se puede atribuir a la variedad microclimática generada por los barbechos de distintas edades. Estos resultados muestran que la combinación de diferentes niveles de humedad entre cuencas y el cultivo de la milpa con barbechos prolongados mantiene una gran diversidad de especies en distancias cortas y permite al mismo tiempo una rápida recuperación del bosque en caso de un eventual disturbio o para futuros terrenos en barbecho, por lo tanto, contribuye a la riqueza de especies y resiliencia del paisaje.