Resumen:
Las aves son uno de los grupos de vertebrados más diversos, capaces de explotar numerosos recursos. Las plantas epífitas son una fuente importante de recursos para las aves en los ecosistemas neotropicales. Las interacciones entre aves y epífitas han sido observadas sobre todo en selvas húmedas perenes de los trópicos, pero poco se ha realizado en ecosistemas estacionales subtropicales. En el presente trabajo se documentan las interacciones entre aves y epífitas vasculares en un bosque de encino en la Mixteca Oaxaqueña y se exploran algunos posibles factores que las determinan. Los datos se recopilaron en puntos de conteo de aves ubicados en cuatro sitios con presencia de encinares y epífitas. En los puntos se contaron especies de aves y se registraron sus interacciones con epífitas. Para conocer la importancia de las epífitas para la comunidad de aves, se estimó el porcentaje de especies de aves de la comunidad que hace uso de las epífitas. También se evaluaron las características del hábitat que podrían influir en las interacciones a través de un análisis de redundancia (RDA). Por último, se realizó un análisis de redes para determinar la estructura de las interacciones y la especialización de las aves en el uso de las epífitas. Para determinar la especialización de cada especie, se obtuvieron medidas de centralidad. Los resultados muestran que el 41% de las especies de aves utilizan epífitas como sustrato de forrajeo, especialmente bromelias. Los principales grupos visitantes fueron nectarívoros (Trochilidae) e insectívoros (Parulidae), por lo que el néctar y los invertebrados fueron los recursos más solicitados. Las visitas a epifitas por parte de las dos especies de colibríes más abundantes (Hylocharis leucotis y Eugenes fulgens) respondieron a características distintas y opuestas del bosque; mientras que las visitas por parte de los insectívoros no se vieron afectadas por las características evaluadas. La red de interacción tuvo un anidamiento intermedio (NODF = 56.6) y una conectancia baja (0.17), lo cual indica que las especies generalistas visitan diversas especies de epífitas, pero frecuentan más a una o dos de ellas; mientras que algunas especies sólo visitan epífitas ocasionalmente. Las especies de colibríes H. leucotis y E. fulgens, fueron las más centrales en las interacciones entre nectarívoros y epífitas, con valores iguales de centralidad por intermediación (BC = 0.17), cercanía (CC = 1) y grado (DC = 4), resultado del uso compartido de las bromelias en flor, Tillandsia bourgeai y T. prodigiosa. Tres especies de parúlidos fueron las especies más centrales en la búsqueda de invertebrados: Setophaga occidentalis, Oreothlypis superciliosa y Myioborus pictus, con valores compartidos (BC = 0.4; CC = 1; DC = 15) y cercanos al del resto de los visitantes de estrcturas no florales de las bromelias. La floración continua a lo largo del año de las especies de bromelias más comunes, permiten el sostenimiento de especies de colibríes residentes, brindándoles néctar incluso en temporadas donde otras plantas no florecen. Asimismo, para las aves insectívoras migratorias, los recursos presentes en las bromelias serían clave al contribuir en su supervivencia durante su época de reproducción. Esto se aplicaría también a las especies insectívoras residentes que dependerían de las epífitas a lo largo del año. Considerando lo anterior, se deduce que las epifitas son un recurso importante tanto para las aves residentes como migratorias presentes en el encinar.